Tradicionalmente y como todos los años, el 1 de mayo es la fecha en que celebramos el Día Internacional del Trabajador, con la intención de homenajear a todos los trabajadores, quienes son motor e impulsan el desarrollo del país.
La celebración del Día del Trabajador en Venezuela tiene su origen en la ciudad de Maracaibo en el año 1936, durante el gobierno de Eleazar López Contreras, allí nace el movimiento obrero y se comienza a hablar de sindicatos y ese mismo año, el Presidente de la República enfrenta dos huelgas obreras y una estudiantil, pero no fue sino hasta 1945 cuando bajo el mandato del General Isaías Medina Angarita que se decreta como tal la fecha el Día del Trabajador en Venezuela.
Posteriormente, en 1941, el partido Acción Democrática (AD), crea la Confederación Venezolana de Trabajadores (CTV) y al asumir la Presidencia de la República Rómulo Betancourt decreta el 1 de mayo Día del Trabajador y se declara feriado remunerado. El movimiento sindical en Venezuela, ha enfrentado múltiples dificultades y ha sido toda una batalla luchar por las reivindicaciones salariales de los trabajadores, sus beneficios y prestaciones, logros que hoy en día reconocemos y aplaudimos, logros de los trabajadores en democracia.
Actualmente cuando enfrentamos un panorama político y económico bien complejo, esta lucha de los trabajadores se hace más dura y complicada, titánica en ocasiones, porque contar con un empleo digno en el que se respeten los derechos y beneficios laborales, sin privilegios ni discriminaciones, se ha convertido una tarea bien ardua.
Prueba de ello, los múltiples despidos masivos en empresas e instituciones del estado sin contemplación alguna, contra aquellos trabajadores que piensan distinto al gobierno de turno e igualmente el premio de consolación miserable del Estado al prometer un ajuste escalonado del salario mínimo, frente a una inflación que nos agobia diariamente, con la consecuente escasez de alimentos, desabastecimiento y aumentos en artículos de primera necesidad.
En este país, hoy en día, no se garantiza la estabilidad laboral ni jurídica a los trabajadores porque se les constriñe y obliga a una subordinación absurda al mandato del régimen que se impone de manera violenta conminándolos a acceder en la mayoría de los casos por la necesidad de subsistir. Por ello es imprescindible que los trabajadores continúen dando la batalla sin descanso, la actividad sindical debe propender a que se garanticen los logros obtenidos a la fecha y buscar mejorar las condiciones laborales siempre, sin retroceder, la exigencia al Gobierno de generar esquemas laborales que faciliten la creación de empleos de calidad, exigir al gobierno nacional la utilización responsable de los recursos del estado de manera que redunden en mayores beneficios para sus trabajadores, y controlar la inflación para que el salario, producto del trabajo alcance, que los trabajadores cuenten con el sistema de seguridad social que merecen, porque ese es su derecho, a la salud y a su jubilación, a una mejor calidad de vida.
Los trabajadores venezolanos hoy más que nunca deben mantenerse unidos en la lucha, no se les esta permitido desmayar, recordando siempre que constituyen la masa productiva del país, y que el progreso de todos y cada uno de ellos redunda en el avance del mismo, porque son definitivamente el recurso mas valioso con el que contamos!
María Auxiliadora Dubuc
Concejal del Municipio Baruta
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