jueves, 18 de julio de 2013

SEMBRANDO ILUSIONES EN EL DIA DEL NIÑO!

Este domingo celebramos el Día del Niño. Una fecha que esperan los niños de nuestra Venezuela con mucha ilusión, en la esperanza de recibir un regalitos y para algunos, una fecha comercial, para otros un llamado a la reflexión. Y es que existen en nuestro país leyes que regulan la materia, la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada el 20 de Noviembre de 1989 y la Ley Orgánica de Protección al Niño y Adolescente, LOPNA, aprobada el 1 de abril de 2000. 

Estas leyes establecen que los niños y adolescentes, son personas en desarrollo con derechos y deberes propios y brindan una protección integral con participación del estado, la sociedad civil y la familia. Allí se proclaman como derechos fundamentales, la supervivencia, el desarrollo, la participación y la protección del estado; igualmente derechos tales como el derecho a la vida, a la educación, al juego y a la diversión, a la libertad de opinión, a una familia que les brinde afecto y amor, a un nombre y nacionalidad, a la salud, a la alimentación y nutrición, entre otros, y como deberes, honrar símbolos patrios, amar a la patria, colaborar en su entorno, respetar normas familiares y comunitarias, valorar a la familia y principios fundamentales de convivencia y cumplir con sus responsabilidades escolares. 

Pero a pesar de la suscripción de acuerdos internacionales y de haber promulgado leyes cuya finalidad primigenia, es la protección del débil jurídico, la situación de los niños y adolescentes en el país es preocupante, no cambia ni mejora y sentimos una suerte de tristeza e impotencia cuando vemos que no tenemos más que ofrecer que una ayuda económica. 

La situación es por decir lo menos vergonzosa, la desigualdad es abismal y está regulada en un sistema cuya piedra angular es el privilegio de unos pocos, por encima de la desgracia de miles, por eso vemos niños y adolescentes en situación de pobreza extrema, sin familia, ni alimentación, ni sanidad ni educación básica ni un mínimo de protección por parte del estado. 

Podemos sentarnos igualmente a hablar de estadísticas pero lo cierto es que nos topamos con una realidad: quien debe asumir la responsabilidad, no lo hace, se muestra indolente frente a la problemática y entra en una suerte de negación. Según personeros del Gobierno central en nuestro país los niños gozan de plenos derechos civiles y políticos, todo lo cual les permite articularse en la sociedad y expresar libremente sus ideas, pero eso esta lejos de ser lo que palpamos en la realidad, el problema se agrava día tras día, lo triste del asunto es que tendrá sus consecuencias porque aquí se trata de una responsabilidad que determinará el futuro de nuestro país. 

Conceptualizar el problema no lo soluciona, hay que enfrentarlo y atacarlo de raíz, con políticas públicas serias en ésta área, poniendo a la disposición planes y programas para combatir el embarazo precoz, la atención materno infantil, enseñar a los padres que es un error sobreproteger a sus hijos, y que su deber ineludible es aconsejarles y corregirles a tiempo, enseñarles la diferencias básicas entre las conductas correctas e incorrectas. 

Por otro lado el estado, debe promover una distribución proporcional de la riqueza, y entender que una cesta básica que por su costo este por encima del salario mínimo no es mas que oficializar la pobreza y deprimir a la población en general, por eso deben generar planes de empleo que garanticen al pueblo un salario acorde a sus necesidades, vivienda digna y oportunidades para adquirirla, un sistema de seguridad social y de salud eficiente y reducir la deserción escolar. 

A pesar de toda esta realidad que nos arropa frente a los graves problemas que enfrentan nuestros niños y adolescentes y la familia en general, queremos sembrar una luz de esperanza, porque aquí aun hay gente que trabaja por ellos, a través de fundaciones y asociaciones civiles que dedican su esfuerzo por salvar el futuro de este país. Aun hay gente en nuestra querida Venezuela, que cree que hay que generar un cambio, ese que nos merecemos para poder tener una mejor calidad de vida, gente que cree en el progreso y en la igualdad, que siembra ilusión y esperanza en los corazones de todos y que con optimismo avanza a pesar de las dificultades, gente que nos conduce hacia un hermoso camino pleno de bondad y generosidad y sobretodo solidaridad con los más desamparados, los niños. 

MARIA AUXILIADORA DUBUC 
Concejal de Baruta

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